2012

Nuestras expectativas y la actitud que tomamos frente a una película, afectan significativamente la experiencia y la impresión que ésta nos causa.

Desde luego que antes de comenzar a ver una película de Roland Emmerich, y repasando brevemente su repertorio (Independence Day, Godzilla, The Day After Tomorrow) adopté una actitud pochoclera y eliminé todo tipo de expectativa… ¡a subir el volumen, apagar el cerebro y entretenerse!

Y esto habría sido suficiente para entretenerme con la mayoría de los sinsentidos hollywoodenses, pero esta película es excepcional…

Pensando en una palabra lo suficientemente denigrante pero que no resulte demasiado ofensiva llegue a la siguiente conclusión:

¡2012 es una porquería!

El diccionario dice:
  1. f. col. Suciedad,basura
  2. Cosa vieja,inútil o de poco valor
  3. Acción indecente o contraria a la moral
  4. Golosina, alimento poco nutritivo o perjudicial para la salud

¡Y lo encuentro sorprendentemente apropiado!

No satisfecho con violar las leyes de la física, Emmerich destruye también las leyes de la probabilidad, poniendo escena tras escena a sus personajes en situaciones absurdas, increíbles y poco logradas.

Y sin embargo, por improbable que parezca, la resolución de cada situación de peligro es siempre la misma y predecible por cualquiera con más de un dedo de frente. No hacen falta más de 20 minutos de película para darse cuenta de quién vive y quién muere.



Pandorum

Pocos géneros me resultan tan atractivos como el de la ciencia ficción, posiblemente resultado de mis primeras lecturas infantiles, por este motivo suelo estar bastante alerta al estreno de las películas del género.

Pandorum es una de esas películas en las que desgraciadamente los guionistas pensaron que necesitaban agregar elementos del género del horror para conseguir un producto de entretenimiento masivo.


Algunos condimentos para sazonar su película de Ciencia Ficción:

  1. Aliens
  2. Mutantes
  3. Zombis
  3. Nave maligna
  4. Locura espacial
  5. Pasillos oscuros


Resumiendo brevemente el argumento, en la tierra la humanidad enfrentada con el problema de escasez de recursos y crecientes problemas de sobrepoblación, construye una nave para colonizar el planeta habitable más cercano. La historia se desarrolla en la nave, donde dos individuos despiertan del hipersueño con pérdida parcial de memoria y encuentran la nave a oscuras y con varios de los accesos clausurados.

El argumento en última instancia es la excusa, es decir la justificación del por qué de las persecuciones y peleas con mutantes caníbales en una nave gigantesca y oscura. Desde este punto de vista, fallas más fallas menos, el argumento es convincente y hasta se podría decir que bueno.

Coescrita entre el director Christian Alvart y el escritor Travis Milloy, ambos aún en sus primeros pasos, el problema de Pandorum es justamente el guión, la forma en que se cuenta la historia, la cantidad de tiempo y la forma en que se narran los acontecimientos que llevaron a circunstancias tan desalentadoras.

Un buen guión busca el equilibrio y la integración entre la acción, el suspenso y el desarrollo de la trama donde los personajes buscan qué los llevó a la situación actual… éste no es el caso de Pandorum, donde a una primera etapa de misterio le sigue la persecuta mutante que ocupa el 70% del tiempo de la película, unos minutos de explicación y luego el final feliz.

En un poco más de detalle, Ben Foster (que personifica a un ingeniero de la nave) parte hacia el reactor principal de la nave guiado por un Dennis Quaid que con poco esfuerzo logra un papel convincente. En el camino se encuentra con personas que no tienen nada que aportar sobre qué puede estar pasando pero se suman a su causa y finalmente, mutantes de por medio, se cruzan con un estereotipo de chaman indio que les cuenta lo que pasó con la nave, su tripulación y su carga todo en una sola escena.

Unos minutos más tarde, la película busca en forma atolondrada encontrar un final convincente, hay una vuelta de tuerca, e inmediatamente después le sigue el final feliz, todo demasiado comprimido después de tanto tiempo perdido en persecuciones de escasa relevancia.

Hay dos cosas que me irritan con este tipo de películas; primero la necesidad de agregar algo para hacerla “entretenida” en este caso los mutantes; segundo los errores comunes que degradan notoriamente lo que de otra forma podría ser una película igualmente entretenida, pero mucho más sólida, en este caso el mal uso de los tiempos y el guión relativamente pobre.

Hace un par de meses vi Moon de Duncan Jones, que se conforma con ser una película de ciencia ficción sin zombis, mutantes o aliens, muy recomendable pero me encontró con pocas ganas de escribir nada sobre ella.

A pesar de todo, es un entretenimiento razonable para quienes no se pongan expectativas muy altas.